Cuando el Pisco
cruzó el mar
Las riquezas que salían del Virreinato de Perú recibían la protección de la corona, al igual que las mercancías de los otros virreinatos del reino de España, como fueron el de Flandes y Nápoles, En el Pacífico se conformó la Armada del Sur, que tenía como base el Callao y sus buques y artillería eran producidos en Perú. Sus dotaciones, oficiales y marinería procedían de la Escuela Naval, la cual se creó el primero de noviembre de 1791, con una Real Cédula del Rey de España y continúa en operaciones hasta el día de hoy.
La Armada del Sur pasó a ser la Armada Peruana y la fragata española Prueba, se convirtió en el buque insignia del Perú, primero con el nombre Protector y fue rebautizada como Presidente.
Esta continuidad entre las dos Armadas que cumplían una misma misión, de mantener abiertas las rutas marítimas para el comercio del Perú, sostuvieron cruentos combates contra piratas, corsarios y bucaneros, así mismo contra armadas de otros países. Relatos que figuran en los diarios de bitácora de esas naves donde nuestros enemigos procuraban hacerse del “brandy” peruano o de los vinos dulces de Nazca que eran muy apreciados en aquel entonces. Si no hubiese sido por las armadas, española y peruana, nuestro destilado de uva, que posteriormente fue reconocido como Pisco, no sería la bebida emblemática de esta parte del mundo, ya que no hubiese podido llegar a los mercados donde fue exitosa. El Pisco estaba presente en norte, centro y sudamérica, generando celos y envidias, tal es así que Chile intentó apropiarse de su nombre, a diferencia de los bolivianos que supieron bautizar su aguardiente como Singani.
La etiqueta del Pisco Armada se adorna con una ilustración del Buque Escuela a Vela, BAP Unión, el de mayor eslora de América y el más moderno del mundo, construido en el Astillero Naval del SIMA Callao, siendo comisionado el 27 de enero del 2016.
Pisco Armada es el reconocimiento a esos nobles marinos que lo defendieron y lo beben desde hace 500 años.